El observador

La clave de esta serie de ejercicios es "observar", observarnos a nosotros mismos, lo que pensamos, lo que sentimos, cómo vemos el mundo y cómo lo experimentamos. Te iré proponiendo ejercicios de "observación" que te ayudarán a dejar de identificarte con la mente y darte cuenta de que no eres tus pensamientos, ni tus sentimientos, ni lo que te han enseñado o cualquier aspecto externo de tu persona, eres mucho más que todo eso; un ser divino cuya esencia está deseando que conectes con ella.

Observar al que piensa: 

Trata de observar tus pensamientos "desde fuera", tú no eres esos pensamientos, luego puedes observarlos como una entidad separada de ellos. Intenta anotar (o simplemente puedes tomar conciencia de ello) qué dirección siguen tus pensamientos en las distintas situaciones del día a día. ¿Te enfrascas en una idea y le das vueltas y vueltas durante horas?, ¿vas saltando de tema en tema?, ¿sigues siempre el mismo patrón de desarrollo de tus ideas? Nota que es tu mente la que crea esas ideas, no tú, y observa sus procesos. De esta forma dejarás de identificarte con tu mente; empezarás a utilizarla como el instrumento que es y no te utilizará ella a ti como ocurre cuando te identificas con esta "parte" de ti que no eres tú.

Observar al que siente: 

Trata de ser testigo de tus emociones, obsérvalas "desde fuera". Tú no eres tus emociones, pero puedes perderte en ellas u observarlas desde una posición exterior, sin que tomen el control de todo tu ser (que es lo que ocurre cuando te identificas con ellas) Obsérvate reaccionando a las situaciones de la vida diaria, ¿qué te saca de tus casillas?, ¿qué te irrita o te molesta?, ¿qué te hace sentir frustración o te indigna?, ¿qué te asusta o te acobarda impidiéndote dar el siguiente paso? Trata de ser consciente de cómo lidias con tus propias emociones, sin juzgarte ni valorar nada, simplemente observa. El propio hecho de observarte desde fuera hace que dejes de identificarte con la mente que provoca esas emociones y, por tanto, dejas de darle poder para volverte más independiente.

Observar con nuevos ojos:

Trata de mirar el mundo con "ojos nuevos", observa todo lo que hay a tu alrededor como si no lo vieras cada día; no des nada por sentado, no presupongas que lo que ayer era de cierta forma hoy será exactamente igual... todo cambia constantemente y puedes observarlo si te fijas en los pequeños detalles, en los matices, verás cambios sutiles que te harán consciente de la constante evolución de todo cuanto te rodea.

NUEVO ejercicio
Observar al que escucha... y escuchar al que habla: 

Cada vez que te sea posible, trata de darte cuenta de cuál es tu actitud en las conversaciones en las que estás involucrado. ¿Escuchas con atención lo que dice la/s persona/as que habla/n o estás elaborando lo que vas a decir mientras esperas a que la otra persona deje de hablar? La escucha activa es uno de los métodos para estar en el presente; cuando escuchas realmente a alguien, además de estar recibiendo información que podría serte útil y enriquecedora, estás viviendo el presente, en cambio cuando piensas en lo que vas a decir mientras el otro habla, te robas de tu propio presente, te situas en un futuro que no existe y pierdes la oportunidad de asumir una información que podría ser importante, además de rechazar lo que otra persona te está ofreciendo.






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