Mandalas

Si aún no sabes lo que son los mandalas, puedes encontrar amplia información en la página principal de "El Peregrino" clicando aquí. Si ya los conoces, sigue leyendo para empezar a trabajar con ellos.

Trabajar con mandalas

El método básico consiste en dejar que todo fluya, no tenemos que buscar significados racionales a lo que estamos haciendo ni aplicar ideas preconcebidas, cuando trabajamos con un mandala la clave consiste en dejarse llevar, dejar que nuestro Ser se exprese a través de las formas y colores elegidos de forma intuitiva.

Es importante encontrar un momento de calma, un espacio donde nos sintamos cómodos y donde podamos concentrarnos sin problema, sin interrupciones. Podemos añadir al ambiente un poco de música relajante si eso nos ayuda a concentrarnos y a estar más a gusto.

mandala hecho con hilos
Si vamos a dibujar nuestro propio mandala, habremos de tener en cuenta el esquema básico: el círculo central (que puede sustituirse por un triángulo, un cuadrado o un octógono) y los cuatro puntos cardinales. Después de trazar la figura del centro, el espacio dedicado a la deidad, vamos llenando el mandala usando formas al antojo de la intuición, con figuras geométricas, símbolos como cruces, estrellas, el yin-yang, dibujos de animales, motivos florales, etc…

mandalas en piedras
También podemos usar una plantilla ya preparada con un dibujo que nos resulte atractivo. Podemos elegir los materiales que más nos gusten para iluminar el mandala: lápices, acuarelas, tizas o arena de colores para los mandalas bidimensionales, pero también piedras, hojas, maderas o metales para los tridimensionales. Las posibilidades son incontables, elige con total libertad.

Antes de empezar a pintar nuestro mandala es recomendable observarlo con detenimiento durante un momento; cuando tengamos la sensación de que “se mueve”, ya estamos listos para empezar, pues lo que percibimos es el efecto de la energía en movimiento, fluyendo (ten en cuenta que esto es solo una recomendación, no te obsesiones si no consigues detectar movimiento, especialmente al principio del trabajo con mandalas, puedes empezar igualmente a pintar)

mandala hecho con arena
Elige los colores sin pensar en cómo combinarán y pinta de manera intuitiva, deja que tu intuición te guíe en el proceso. Trata de seguir un camino en lugar de pintar aquí y allá desordenadamente, describe una ruta que te lleve a cubrir el mandala desde fuera hacia dentro o al contrario. Para llegar a nuestro propio centro, a nuestro interior más profundo, y también para desarrollar el conocimiento de lo externo, comenzaremos a pintar en la parte exterior y seguiremos hacia dentro. Empezar por el centro e ir coloreando hacia la parte exterior nos ayudará, en cambio, a expandir la conciencia y a expresar sentimientos reprimidos en nuestro interior.

Otra forma de trabajar con los mandalas consiste en elegir formas y colores determinados para influir conscientemente en algunos aspectos de nosotros mismos, por ejemplo para cambiar nuestro estado de ánimo, para equilibrar los chakras o reforzar un determinado aspecto de nuestra personalidad.

A continuación encontrarás algunos mandalas con los que puedes empezar a trabajar, solo tienes que descargarlos e imprimirlos. Ya puedes comenzar a disfrutar de los beneficios del trabajo con mandalas.

Mandalas para iluminar










En este blog encontrarás muchos más mandalas para pintar, organizados por temas.